
Desde la fundación especializada en transparencia Poder Ciudadano, en tanto, señalaron que «es una situación a prestarle atención» y agregaron que «la Oficina Anticorrupción debería estudiar el tema en profundidad y analizar si configura un caso de conflicto de intereses». La organización no gubernamental publicó un comunicado el viernes pasado que advierte sobre el perjuicio del DNU en la división de poderes.
La firma de Mondino se encuentra en el DNU pese a que este no tiene injerencia directa sobre el área de incumbencia de la Cancillería debido a que el artículo 99 de la Constitución determina que los DNU «serán decididos en acuerdo general de ministros y deberán refrendarlos juntamente con el jefe de Gabinete de ministros».
Desde el entorno de la ministra descartaron un potencial conflicto de intereses y aseguraron que hasta ahora los bancos están entre los perdedores de las medidas impulsadas por el presidente Javier Milei, por la eliminación de las Leliq y la baja de tasas que llevó a que, durante la última colocación del Tesoro, las entidades reciban un interés más bajo del que pagan a los ahorristas por los plazos fijos.
El origen del Banco Roela y su vínculo con Diana Mondino
Roela fue adquirida en 1961 por Víctor Mondino, padre de la canciller, cuando era una compañía financiera constituida por un grupo de profesionales médicos y una clínica. En 1978, logró los permisos para consolidarla como una entidad bancaria. Según su página web, la firma trabaja «desde hace más de 60 años para encontrar las soluciones adecuadas a la realidad de cada persona, empresa, negocio» y se caracteriza por una política «prudencial».
Diana Mondino fue presidenta del banco y también ocupó diversas posiciones dentro de la cúpula. En el último recambio de autoridades, la ministra fue removida del directorio. No obstante, conservó la mayoría accionaria.
