
Desde Pampa del Infierno, habló de una coyuntura difícil: «En las agroquímicas hay suspensión de personal y líneas de crédito caídas», advierte. El deterioro de las rutas, el INTA y el ordenamiento territorial, entre los temas abordados.
«El sector está muy comprometido. Económicamente está casi quebrado», diagnostica desde Pampa del Infierno el productor y empresario agropecuario Jorge Brugnoli. La afirmación no exagera ni un poco: el departamento Almirante Brown , del cual es cabecera esa localidad, es el principal productor de soja, maíz y sorgo del Chaco, los cultivos de la campaña gruesa que en 2024-25 sumaron la tercera al hilo con cuantiosas pérdidas como consecuencia de adversidades climáticas.
«Se siente mucho ruido en las agroquímicas, una gran desazón. Hay suspensión de personal y líneas de crédito caídas. Es una incógnita quién financiará la próxima campaña gruesa «, relata Brugnoli en diálogo con NORTE; aunque contrasta ese panorama y parece hasta paradójico que la siembra de trigo en el Chaco sea «récord» , según destaca, con más de 140.000 hectáreas sembradas de acuerdo con datos oficiales.
Brugnoli lidera el grupo empresario que lleva su apellido. Es la tercera generación de la familia al frente del negocio dedicado a la producción, comercialización y acopio de granos, con campos agrícola-ganaderos, y plantas de almacenaje en Chaco, Salta, Formosa y Santiago del Estero . La trayectoria de casi 90 años habla de una familia que, en el interior chaqueño, es referencia en el sector agropecuario.
«De uno a diez, la campaña (gruesa) fue entre tres y cuatro puntos. En soja fue muy mala y en maíz será regular», define el productor, mientras precisa que la cosecha de maíz comenzó hace unos diez días en la provincia. «Llevamos tres campañas de regulares y malas», resume.

Así, según estima, en el departamento ubicado al oeste de la provincia, sólo se cosechará el 50% de la soja sembrada y de maíz, entre 30 y 40% del total . Las razones son todas vinculadas al clima: «Las lluvias venían bien hasta el 14 de enero de este año, cuando se interrumpieron hasta el 23 de marzo, que empezó a llover de nuevo, pero ya era tarde porque estaba todo hecho pedazos», grafica Brugnoli.
De uno a diez, esta campaña fue entre tres y cuatro puntos. En soja fue muy mala y en maíz será regular.
Las consecuencias de la mala campaña gruesa se verán enseguida. «Los grandes jugadores de alquileres de campos acá son las grandes empresas, que siempre consiguen financiamiento en el país y en el exterior. Esas van a sembrar, siempre lo hacen. El problema es el productor chaqueño, que tiene entre 100 y 500 hectáreas, y está complicado para conseguir líneas de créditos (en los proveedores locales, como las agroquímicas y los semilleros)», advierte de cara a las siembras que se concretan hacia fin de año. Para más, resalta que es casi inexistente el financiamiento bancario para la actividad, además de ser de muy alto costo.
Lo que dice Brugnoli no es aleatorio. Surge de su propio día a día con clientes de distintos puntos de la provincia y del país: «Recibí hace poco a representantes de un criadero de semillas y de una agroquímica, y me decían que al Chaco lo tienen con una línea roja, porque la cadena de pagos está rota».
Se siente mucho ruido en las agroquímicas, una gran desazón. Es una incógnita quién financiará la próxima campaña gruesa.
Trigo récord en la provincia
El departamento Almirante Brown, donde su empresa, el Grupo Brugnoli tiene su sede central, es el principal sembrador de cultivos de la campaña gruesa y también de la fina, con el trigo . «El productor deja su propia semilla y usa pocos herbicidas, con baja inversión», revela, como explicación de esa coyuntura con rarezas que tiene a un sector en el ahogo económico, pero marcando un récord de siembra de este cereal.

El empresario marca, además, que el avance del trigo le restó superficie al girasol. «No habrá plata para comprar las semillas de girasol (cuya siembra comienza entre agosto y septiembre). El productor aprovechó la humedad de mayo y junio, y sembró trigo», agrega Brugnoli, y comenta que su empresa –con campos y plantas de acopio en varias provincias- «ya tiene sembrado trigo, cártamo y girasol».
Retenciones y equilibrio fiscal
En esa coyuntura, y pese al renovado pedido de las entidades que conforman la Mesa de Enlace al gobierno nacional de eliminarlas, las retenciones continuarán un tiempo más. «La baja estacional de las retenciones al trigo (9,5% hasta marzo de 2026), posibilitó que se sembrara tanto, porque el precio en dólares es muy bueno (USD 200/tn y $245.000 en la cotización local). Buena parte de esa producción va a la molienda interna en el país», repasó Brugnoli.
Fue más allá y recordó: «Como dije a principios de año, prefiero resignar algo en retenciones para asegurar el equilibrio fiscal. Y equilibrio significa no despilfarrar la plata. El productor está haciendo el esfuerzo». «Sabemos que no le podemos pedir a un gobierno que está hace menos de dos años que solucione las macanas de otros gobiernos en 20 años. Hemos tenido en el pasado retenciones de hasta el 36%».
Más allá de eso, para el empresario, en la actual coyuntura «el problema del campo es climatológico y no tanto de retenciones». Como ejemplo, dijo que «los precios del maíz, del trigo y el girasol son muy buenos», pero el problema es que el tiempo no acompaña el desarrollo de los cultivos.

«Se llevaron USD 85 millones en retenciones»
En el oeste chaqueño no olvidan lo ocurrido años atrás cuando las retenciones a productos del agro fueron instauradas. Brugnoli trae, al respecto, un recuerdo y una reflexión: «En el 2011, le dije al gobernador de turno, que se llevaron de acá 85 millones de dólares en retenciones de soja y maíz, en un solo año. En Pampa del Infierno, con las retenciones que pagamos, podríamos haber construido 15 edificios de 54 departamentos (a un valor de 100.000 dólares por unidad y 5,4 millones de dólares por torre), y hoy acá todos deberían poder vivir en una buena casa. Pero nos llevaron la riqueza «.
El problema del campo es climatológico y no tanto de retenciones; los precios del maíz, trigo y girasol son muy buenos.
Los números del principal productor del Chaco
Según el más reciente reporte semanal de la actividad agrícola en la provincia, elaborado por la Subsecretaría de Agricultura del Chaco , se sembraron en la provincia, en la campaña 2024-25, 234.810 hectáreas de maíz , y la cosecha avanzó en un 7,6% de la superficie hasta el 30 de junio (17.900 hectáreas). En el departamento Almirante Brown se implantó más de la mitad de ese total: 120.000 hectáreas , de las cuales se perderán unas 84.000 según el reporte, que calcula un daño general en el 83% de la superficie provincial.
De soja , el departamento sembró alrededor de 225.000 hectáreas sobre un total provincial de 627.967hectáreas , y una superficie cosechada a la fecha de 294.200 (el 46% del total). El promedio de rindes de la soja recolectada está muy por debajo del logrado en los últimos 5 años: 500 kg/ha versus 2000 kg/ha, lo que denota la magnitud de las pérdidas. De hecho, el reporte calcula en 140.000 las hectáreas perdidas en el Almirante Brown.
El departamento, además, es el principal sembrador de sorgo con más de 45.000 hectáreas en la actual campaña sobre el total provincial de 127.764 hectáreas.

«El INTA se lleva el 50% de las retenciones del maíz»
«Así como está habría que cerrarlo», sentenció Brugnoli al hablar sobre el INTA y las decisiones del gobierno nacional de modificar su estructura. A esa afirmación, el productor la sustenta con datos: «El INTA se lleva el 50% de las retenciones del maíz en el país, y no veo que le devuelva al productor esa cantidad de esfuerzo económico en bienes». «Hay que reestructurarlo porque así no sirve «, resaltó.
Según su visión, la reestructuración debe hacer que el organismo «sea de inversión en desarrollo e investigación en tecnología agropecuaria». «Como productor no me favorece en nada. Lo he hablado con algunos integrantes del INTA y coinciden en que deben cambia», sostuvo.
Como ejemplo, dijo que «antes, el INTA de Las Breñas producía reproductores porcinos. Ahora, le tengo que comprar a un productor de Charata. No quiero que me regalen nada, sino que me lo venda, reinvirtiendo en genética».
Brugnoli consideró que «el Estado debe ser más chico, dedicarse a otras cosas». «El INTA, hace 60 años, estaba bien. Pero hoy, el sector privado desarrolla esa misma tecnología. Por eso, el INTA es un competidor de los privados», concluyó.

Freno al ordenamiento de bosques
«Necesitamos 500.000 hectáreas más para agricultura, sin hacer ningún desastre»
A fines de febrero pasado, la Justicia Federal de Resistencia extendió por seis meses la medida cautelar que prohíbe los desmontes en el Chaco, una decisión que responde a la causa impulsada por la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.

«Estamos estancados con el cambio de uso de suelos, lo que traerá consecuencias en uno o dos años, con atraso económico», advierte Jorge Brugnoli, mientras recuerda que «el boom económico acá se dio cuando se hicieron las cosas bien».
Sostiene al respecto que la prohibición de otorgar permisos para hacer esos cambios de uso de suelo «espantan al inversor». «El problema hoy es que muchos productores tienen permisos otorgados y no pueden avanzar en esos suelos», resalta.
Considera en ese sentido que «el Estado (chaqueño) debía meterse y accionar enseguida (cuando la Justicia definió la prohibición), porque es una barbaridad que cuatro gatos locos paren en desarrollo de toda una provincia».
«Necesitamos tener 500.000 hectáreas más para agricultura, sin hacer ningún desastre, siempre que el suelo permita hacer el cambio de uso y dejando los macizos (de árboles). Como plantamos soja y maíz, hay que plantar algarrobos y otras especies «, señala Brugnoli, y pide «que el Estado se ponga las pilas y lo que cobra por las guías forestales, lo destine al desarrollo para sembrar bosques» . «No lo hacen hoy porque toda la plata va para Resistencia», asegura.
Brugnoli, que cuestiona abiertamente «el desastre que hicieron en el Almirante Brown» en materia de desmontes ilegales, afirma que fue una consecuencia «de las trabas burocráticas del Estado , y resalta un contraste: «Si los chaqueños llegamos a desmontar, salimos escrachados en los diarios, pero si los de afuera voltean miles de hectáreas, nadie dice nada».
Que el Estado se ponga las pilas y lo que cobra por las guías forestales, lo destine al desarrollo para sembrar bosques.
Suelos mal categorizados
Acerca de la aptitud de los suelos del departamento Almirante Brown, Brugnoli repasa una historia: «Técnicos locales del INTA nos decían que acá teníamos suelos clase 5 y 6 (no aptos para agricultura), hasta que en los ’90, la empresa MSU contrató al INTA Castelar para hacer los análisis y resulta que esos estudios dieron que acá los suelos tenían aptitud agrícola. En el Almirante Brown no podíamos desmontar nada, y por esa iniciativa todo se modificó y llegó este boom económico, para dejar de ser pobres y pasar a vivir medianamente bien».
El superávit versus la reparación de rutas
Jorge Brugnoli también se refirió, durante el diálogo con NORTE, al estado de las rutas nacionales en la provincia. «Se van deteriorando y no se repone nada. Podemos tener superávit fiscal, pero alguien se tiene que hacer cargo de invertir (en estas obras) y repararlas «, subrayó.

«Vine desde Salta por la ruta nacional 16 , y solamente el tramo entre El Caburé y Monte Quemado tiene algunos baches. El resto está en buenas condiciones, por ahora», comentó. Ocurre que esa parte de la 16 fue reparada hace pocos años. «Lo que se está deteriorando es desde Río Muerto hacia Pampa del Infierno», alertó y sumó: «La ruta nacional 95 también está bastante deteriorada y no veo que se repare nada».

Por Leticia Muñoz Prosecretaria de Redacción.
