
El expresidente habló de «abuso de poder» y volvió a referirse a provincias con sistemas de gobierno «feudales». Esta vez, desligó a Jujuy de la crítica.
«No sólo critican el fallo: critican la misma legitimidad de la Corte para decidir. Esa conducta, del presidente y la coalición de gobierno, es antidemocrática», agregó.
Al cierre, el exmandatario realizó una defensa férrea del máximo Tribunal: «La Corte Suprema es el árbitro de nuestra vida en común. Es la que aplica las reglas del partido que jugamos todos los días. Podemos estar en desacuerdo con sus fallos, como podemos dudar de si una mano fue penal o no».
«No podemos cuestionar la legitimidad del árbitro o parar el partido para pedir que pongan a otro. Sin la autoridad del árbitro nos quedamos sin reglas en el fútbol, no se puede jugar. Sin la independencia y la legitimidad de la Corte Suprema, nos quedamos sin reglas en la política y en nuestra convivencia, y tampoco se puede jugar», finalizó.
