
Cientos de personas tiraron las vallas y atacaron a la policía, rompieron todo mientras pedían el derrocamiento del gobierno de Lula da Silva.
Los manifestantes se subieron a la rampa del Congreso y tomaron el edificio de la Cámara. La policía, por su parte, intentó controlar la situación con gases lacrimógenos y bombas para intentar evitar la toma de la institución pero no pudieron evitar el avance.
Los bolsonaristas ingresaron al Congreso luego de tirar las vayas puestas en el lugar. Primero tomaron el Palacio del Congreso, luego se dirigieron al Parlamento y también se movilizaron hacia el Palacio de Justicia.
Además, apareció un video en el que se escucha a una persona expresando que los manifestantes rompieron todo lo que se encontraban por delante y que les obstaculizaba el paso. Entre los destrozos hay vidrios, cámaras de seguridad, armarios y despachos.
También hay rumores que indican que algunos funcionarios se encuentran en el Parlamento y fueron tomados como rehenes, aunque no fue confirmado.
El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, manifestó la consecuencia que deberían tener los manifestantes que protagonizaron el ataque. «Estos actos antidemocráticos deben sufrir el rigor de la ley», señaló.
El hecho se produjo a una semana de que Lula asuma nuevamente como presidente de Brasil. Mientras se produce el ataque, el líder del Partido de los Trabajadores se encuentra en San Pablo en una actividad pautada para observar zonas afectadas por lluvias en el territorio brasileño.
Bolsonaro, por su parte, se encuentra en Estados Unidos en un viaje realizado antes de que asuma Lula en el territorio brasileño.




