
El abogado de la familia Báez Sosa, Fernando Burlando, solicitó la máxima pena para los acusados en el inicio del juicio. Qué instancias tiene la defensa para apelar y cuándo podría concretarse la condena.
En el inicio del juicio a los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa, el primer pedido de los abogados de la familia del joven asesinado fue que se los condene con la máxima pena: prisión perpetua. Sin embargo, antes de que esto se concrete, deberá pasar por varias instancias antes de que se haga efectiva.
El que realizó el pedido fue el abogado de la familia Báez Sosa, Fernando Burlando, quien en el inicio del proceso tomó la palabra y sostuvo: “Construyeron una muralla alrededor de la víctima, el crimen fue una lisa y llana ejecución. Cada golpe tenía un destino y un fin, que era matar”.
“El asesinato quedó registrado claramente que de acá en más solo hay que abrir los ojos. Los acusados deberán responder a título de coautores. Vamos a solicitar la pena de prisión perpetua”, manifestó.
Lo cierto es que uno de los más complicados es Máximo Thomsen, quien fue señalado como uno de los que más agredió y el que golpeó en el piso a Báez Sosa. En ese marco, los otros siete acusados, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli junto con Luciano, Lucas y Ciro Pertossi, podrían recibir también la pena de prisión perpetua.
De cuántos años es la condena a prisión perpetua
Según señala el Código Penal en el artículo 13, la condena a reclusión o prisión perpetua tiene un máximo de 35 años. Aunque también advierte que no es en sí una perpetuidad, ya que el condenado podría salir en libertad condicional.
Este tipo de penas se aplica con delitos como homicidio agravado, abuso sexual que resultara en la muerte de la víctima, desaparición forzada de personas, torturas que terminaran en muerte y traición a la patria.
Qué dice el artículo 13 del Código Penal sobre la prisión perpetua
Artículo 13.- El condenado a reclusión o prisión perpetua que hubiere cumplido treinta y cinco (35) años de condena, el condenado a reclusión o a prisión por más de tres (3) años que hubiere cumplido los dos tercios, y el condenado a reclusión o prisión, por tres (3) años o menos, que hubiere cumplido un (1) año de reclusión u ocho (8) meses de prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrán obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción social, bajo las siguientes condiciones:
1º.- Residir en el lugar que determine el auto de soltura.
2º.- Observar las reglas de inspección que fije el mismo auto, especialmente la obligación de abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o utilizar sustancias estupefacientes.
3º.- Adoptar en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o profesión, si no tuviere medios propios de subsistencia.
4º.- No cometer nuevos delitos.
5º.- Someterse al cuidado de un patronato, indicado por las autoridades competentes.
6º.- Someterse a tratamiento médico, psiquiátrico o psicológico, que acrediten su necesidad y eficacia de acuerdo al consejo de peritos.
Prisión y reclusión: ¿cuál es la diferencia?
También hay una diferencia entre prisión y reclusión, ya que no existe el concepto de “cadena perpetua”. La segunda se da en el artículo 52 del Código Penal, donde se señala que “se impondrá reclusión por tiempo indeterminado como accesoria de la última condena cuando la reincidencia fuere múltiple”.
El único caso que supera los 35 años de prisión es el de Carlos Eduardo Robledo Puch, conocido como el “ Ángel de la Muerte” por cometer 10 asesinatos, más robos, violación y otra serie de delitos. Puede pedir la libertad condicional desde el año 2000, pero no se la han otorgado.
Caso Báez Sosa: las instancias que tiene la defensa de los rugbiers para apelar
Una vez conocida la condena que realice el Tribunal de Dolores, la defensa de los rugbiers podrá apelar el fallo de la Justicia en una serie de instancias.
El primer veredicto lo dará un tribunal de primera instancia. Una vez que dé su sentencia, la defensa de los rugbiers podría presentar una apelación ante la Cámara de Casación. En tanto, para llegar a la Corte Suprema, el caso deberá tener la presentación de que no se otorgaron las garantías constitucionales contra los acusados.
Es decir, el veredicto final podría llegar al máximo tribunal si la defensa de los rugbiers da a conocer algún tipo de derecho que haya sido vulnerado durante el juicio.



