
Hay paros en varias provincias, mientras los empresarios nucleados en la FATAP emitieron un duro comunicado con el título: “Transporte público del interior. Crónica de una crisis con responsables”.
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De acuerdo a un documento que dio a conocer la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), el boleto mínimo más caro del país se paga en Formosa, con $690; le sigue Corrientes, con $590, y luego Pergamino, con $508. Después está Santa Fe, con $380); Concepción del Uruguay, $370; Bahía Blanca, $345; Rosario, $340; y Bariloche, con $320. Sin el subsidio, estos valores promediarían los $1.000, razón por la que un grupo de intendentes de capitales de provincias, anunciaron que se esperarán a que se publique en el Boletín Oficial la decisión del Poder Ejecutivo de terminar con el Fondo de Compensación al Transporte para iniciar acciones legales.
Los jefes comunales lo hicieron en un comunicado, en el que también señalaron: «Esta medida no es contra los intendentes es contra los millones de estudiantes, enfermeros, trabajadores que diariamente utilizan el transporte público para movilizarse en sus respectivas ciudades. Una determinación semejante afecta de forma directa a la productividad del país». Firmaron Daniel Passerini, de Córdoba; Emiliano Durand, de Salta; Guillermo Montenegro, de Mar del Plata; Jorge Jofré, de Formosa; Mariano Gaido, de Neuquén; Raúl Jorge, de San Salvador de Jujuy; Rosario Romero, de Paraná; y Roy Nikisch, de Resistencia, entre otros.
«Crónica de una crisis con responsables»
Con ese título, la Federación Argentina de Transportadores de Automotor de Pasajeros (FATAP), advirtió en un comunicado sobre la grave crisis del servicio de colectivos urbanos en el interior del país. Señaló que se trata de una crónica conocida que «se encaminaba hacia un triste final».
«La intempestiva decisión del Gobierno Nacional de eliminar el Fondo Compensador del Transporte y toda asistencia al Transporte del Interior, después de haber afirmado que terminaría con la discriminación que este último sufría en la asignación recursos, es la culminación del proceso de deterioro denunciado», destacó la entidad en el arranque de sus análisis.
Pone el acento la FATAP en que «los más afectados serán estudiantes, trabajadores, profesionales, monotributistas y adultos mayores -principales usuarios del transporte público- quienes padecerán un sistema precario, ineficaz e inseguro, si no se adoptan medidas urgentes». Además, negaron ser los responsables de la crisis del sistema: «En verdad, fueron (las empresas) dramáticamente perjudicadas por la licuación de sus patrimonios y la asunción de numerosas deudas a causa de la necesidad de mantener la regularidad y continuidad de los servicios en condiciones anómalas, carentes de previsibilidad económica y financiera, con reglas de juego precarias y sometidas a decisiones arbitrarias, ajenas a toda consideración técnica».
Para terminar, destacaron cuatro aspectos esenciales. 1- El sistema de transporte público del Interior se encuentra en una crisis económica y financiera que no admite indefiniciones en ningún aspecto. 2- No existe capacidad empresaria para absorber ningún costo operativo adicional, antes bien, se requieren imperiosamente aportes que permitan la recuperación del capital perdido. 3- Los recursos deben ser generados en el momento en que el usuario consume el servicio, ya que las empresas del sistema han perdido el crédito comercial con sus proveedores, y las obligaciones asumidas a causa de la crisis generada por sus concedentes no pueden seguir agravándose a las tasas actuales. 4- Se necesita, de modo inmediato, un plan de financiamiento a largo plazo de las obligaciones devengadas, impositivas y de adquisición de capital de trabajo e infraestructura, con cargo de los intereses a los responsables del sistema de transporte.
