Ante esta situación, la mujer quedó detenida y cuando fue interrogada, no supo explicar el origen ni el destino de las divisas. “Le estoy haciendo un favor a alguien”, aseguró.
La mujer llegó sola en un auto con dominio argentino al Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, que une a la Argentina con Paraguay.
Allí, tuvo que someterse a un control de rutina y fue en ese momento en el que agentes especializados de la Dirección General de Aduanas descubrieron que intentaba ingresar al país con una abultada suma de dinero sin declarar.
Según informaron desde la propia Aduana, la ciudadana argentina llegó desde Encarnación e hizo los trámites migratorios para ingresar a Posadas, en Misiones.
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Luego de terminar los trámites de rigor, la mujer fue recibida por el personal aduanero, que procedió a realizar los controles de rutina. Los inspectores la notaron muy nerviosa: se mostraba inquieta y no paraba de apretar su equipo de mate.
Ante esa actitud sospechosa, los agentes le preguntaron si tenía algo para declarar, a lo cual la mujer respondió negativamente y señaló que sólo llevaba un porta termo.
En un principio, le pidieron que lo abriera y se resistió. Sin embargo, poco después lograron inspeccionar el interior de la matera donde efectivamente había un equipo completo: un mate, una yerbera, una azucarera y un termo.
Pero debajo de lo que se podía ver a simple vista, había una bolsa de nylon color negra. Adentro encontraron numerosos fajos de euros envueltos en papel de cocina.
Había billetes de diferentes denominaciones que, en total, sumaron 104.750 euros. “Le estoy haciendo un favor a alguien, no sabía que había euros”, declaró con nerviosismo la mujer tras ser descubierta.
La maniobra excedía ampliamente el límite de divisas que se puede ingresar al país sin declarar, de US$10.000 (o su equivalente en otra moneda).
Finalmente, personal de la Aduana detuvo a la mujer porque detectó una flagrante infracción al régimen de equipaje. Además, se le incautó el total del dinero que transportaba.
